lunes, 27 de febrero de 2012

El meollo del asunto

Es difícil aceptarlo, pero supongo que sería peor evadirlo. El origen de mis supuestos problemas emocionales, además de la cosa cerebral, es que no me quiero nadita. No hay motivación en mi vida. Ni el novio ni el trabajo ni la familia me han hecho sentir diferente. Qué se hace en estos casos?

2 comentarios:

the last of the mehicans dijo...

Has llegado al punto de quiebre. Cambia la ecuación.

Cambia de trabajo. Múdate de casa. O de ciudad. O de país. Me ha funcionado a mí de maravilla.

M. Giovanna Buendía dijo...

mátate, no eres capaz de inventarte a ti misma.