Lo intenté, ¡de veras que sí! pero no puedo...
Algo falta, y no es algo pequeño o insignificante, sino que es producto de todo un proceso que nuestra mente realiza en segundos para darnos luz verde y así poder sonreír, tener una conversación, intercambiar teléfonos, etc., etc.
Nadie busca la perfección, y los pocos que lo hacen, están pendejos. Sin embargo, dentro de todo ese mundo de imperfecciones interminables, hay que elegir la que nos parezca mejor. Imperfecciones deliciosas, naturales y hasta graciosas que nos motiven a descubrir todas las partes de ese cuerpo y ese rostro; las marcas de la vacuna y la varicela, el vello en piernas y nalgas, los lunares en la espalda, la flacidez o firmeza del abdomen.
Cuando el Deseo siempre está presente, rebasando cualquier defecto y discusión (léase el "sexo de reconciliación"), es cuando sabes que elegiste bien.
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