Después de mucho tiempo de pasividad y auto-atole con el dedo, me decidí a hacer algo por y para mi solita! El resultado de este trabajo no lo compartiré con nadie voluntariamente. Es mio y sólo mio. Yo si creo que de algo somos dueños en este mundo.
Tengo miedo, y bueno, esa es la forma educada de decirlo. Bien podría decir que me estoy cagando, es cierto. Pero no es un miedo que paralice, al contrario, es un miedo que me urge a avanzar a lo que siga, casi de manera frenética, aunque la realidad mantenga el curso lento.
Los días cambian pero todos me parecen el mismo. Dormir, comer, ir a la escuela, palabras por aquí y por allá. Charla trivial que me mantiene en la tierra, antes de salir por la puerta de atrás. Momentos deliciosos pero artificiales, que al final me dan una apariencia marchita. Nuevos gustos, igualmente creados, y hasta forzados, por tener algo en qué pensar.
Mucha incertidumbre acerca de quien soy y lo que puedo lograr. Incertidumbre que me ha acompañado desde hace tanto y que hasta hace poco me decidí a dejar atrás. Y no porque crea que va a desaparecer por completo, sin esa incertidumbre no hay un motor que te acerque a nuevas metas. No, la dejo atrás porque no deseo otra cosa más que estar satisfecha conmigo misma. Sentirme orgullosa de lo que soy. Saber y COMPRENDER que no tengo nada más que este cuerpo, esta mente y unas ganas locas de hacer todo, de ver todo, de probar todo. Poco a poco las cosas que "tenía" van desapareciendo, algunas de golpe, otras delicadamente. Gente, lugares, formas de ser que se van quedando atrás para dar paso a una realidad cruda pero más sincera. Un despertar necesario. Una vida solitaria...
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